domingo, 10 de noviembre de 2013

Los cuatro elementos

A veces me siento tan pequeña e insignificante que me creo inexistente. Me gustaría ser la brisa marina que con su olor acaricia el vivo mundo. Pero no soy viento. Me gustaría ser la sonora lluvia que con su musicalidad armoniza el mundo. Pero no soy agua. M e gustaría ser la calurosa hoguera que con sus colores aviva los corazones de este mundo. Pero no soy fuego. Me gustaría ser el duro suelo, fértil y constante que ama este piadoso mundo. Pero no soy tierra. No soy más que una minúscula partícula que vaga por el infinito espacio, queriendo ser sin poder ser más que eso, un puntito insignificante en la inmensa eternidad.